Para hablar de los síntomas del VIH tenemos que diferenciar 3 fases.
Etapa 1: infección aguda o precoz
Dentro de las 2 a 4 semanas al principio de la infección. En esta etapa las personas pueden pensar que tienen la gripe porque, en algunos casos, los síntomas son muy parecidos. Sin embargo, no siempre se sienten síntomas que indiquen que un virus ha entrado en el organismo.
En esta fase se puede transmitir la enfermedad con mucha facilidad ya que la persona infectada tiene una gran cantidad de virus en la sangre.
Etapa 2: fase intermedia o crónica
En esta fase, lo má habitual es no tener ningún síntoma asociado a la enfermedad, ya que el VIH se reproduce a niveles muy bajos. Si en esta enfermedad las personas no están tomando ningún medicamento para tratar el VIH, es decir, no saben que están infectados, esta fase podría durar incluso años. Sin embargo si las personas se están tratando con el Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA) pueden estar en esta etapa varias décadas y no desarrollar sida. Es importante recordar que todavía se puede transmitir el VIH durante esta fase, aunque quienes tienen una carga viral inhibida (o sea, que tienen un nivel de virus muy bajo en la sangre) tienen muchas menos probabilidades de transmitir el virus que aquellas que no tienen una carga viral controlada.
Etapa 3: fase avanzada o de sida
En esta fase, el sistema inmunológico ya se encuentra gravemente deteriorado y los CD4 muy disminuidos. Como consecuencia, pueden surgir enfermedades oportunistas y/o neoplasias. Si la persona no está tratada desarrollará enfermedades que pueden provocar la muerte.
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